lunes, 23 de septiembre de 2013

España: bronce con sabor agridulce

Durante tres semanas se dieron cita en Eslovenia los mejores jugadores del panorama europeo para disputar esta nueva edición del Eurobasket que coronó a Francia como mejor equipo del "viejo continente". Las ausencias en muchos de los conjuntos eran notables, pensando en descansar para coger forma para el inminente arranque de la temporada baloncestística a nivel mundial, o pensando en acudir a la cita del próximo septiembre en España, el Mundobasket 2014. Posiblemente este sea un artículo largo, asi que recomiendo a los amantes del baloncesto, sentarse con comodidad y disfrutar de este resumen-análisis de las tres semanas de campeonato.




España, lo que de verdad esperaban los analistas: un torneo irregular.

Los expertos en baloncesto coincidían en que, a pesar de que el equipo seleccionado con Juan Antonio Orenga era de gran nivel, estaba un escalón por debajo de otras selecciones, como Grecia, Francia, Lituania e incluso Italia. Sin embargo, la prensa de nuestro país, vendió la moto de que eramos el mejor equipo y que eramos los favoritos a ganar el Europeo. Favoritos, simplemente por ser los vigentes campeones, no por plantilla. El favoritismo desapareció tras la derrota ante Eslovenia en la primera fase. Se nos volvía a vender que era un tropiezo puntual, que en todos los campeonatos pasa..., lo que fue ratificado por la apabullante victoria en el siguiente partido. Sin embargo, a los que nos gusta el baloncesto, no veíamos a España jugar con una idea clara. Esto se confirmaría en las siguientes derrotas, alternadas con partidos espectaculares.

Cierto es que en este campeonato faltaban los dos, si no los tres mejores jugadores de la última década: Pau Gasol, Felipe Reyes y Juan Carlos Navarro. A pesar de todo, el equipo ha llegado hasta las semifinales en las que el mal endémico del bajón de juego tras el descanso, y las horrorosas prórrogas jugadas por el equipo en el campeonato, condenaron a la selección española a luchar por el bronce.

Ahí están las claves del campeonato:
  1. Defensa férrea. En todos los años que llevo viendo baloncesto, unos ocho, jamás había visto defender a un equipo como lo ha hecho España en las primeras partes del campeonato. Dejar en 20 puntos a descanso a la campeona de Europa, humillar a Serbia, permitiendo anotar a los balcánicos sólo en los minutos de la basura, y otra serie de partidos con una defensa escandalosa que ya quisieran para sí muchos equipos NBA. Este es un motivo que invita al optimismo, ya que a pesar de tener al mejor defensor de la NBA, Marc Gasol, el máximo taponador de la NBA, Serge Ibaka, estaba ausente en la cita de Eslovenia. Con él, Felipe Reyes y Pau Gasol apuntalaríamos un juego interior de ensueño, para ilusionarnos con la futura conquista del Mundial al año que viene en Madrid.  
  2. Incapaces de resolver partidos. Todas las victorias de España en el campeonato han tenido un denominador común: rentas escandalosas, siendo la menor de 21 puntos de ventaja. Sin embargo, todos los finales apretados, les hemos perdido. De tres prórrogas que hemos jugado, las tres las hemos perdido. Cuestión de fortuna, pueden pensar algunos. Si revisamos esos tres tiempos extra, vemos que las decisiones tomadas por el equipo han sido precipitadas, tiros sin sentido... Esto se debe a dos razones fundamentalmente: la falta de un líder que asumiera los tiros en los instantes decisivos, incluso a riesgo de fallarlos, y la falta de un plan de juego, trazado por Juan Antonio Orenga.                                                                                                                                              
  3. Eclosión de Víctor Claver. En líneas generales el campeonato de Claver ha sido bueno. Jugando de menos a más, con partidos para el olvido en la primera fase, pero durante el resto del campeonato se ha visto una evolución en su juego, un paso adelante que se le venía pidiendo para sacudirse el cartel de "eterna promesa" y pasar a conseguir un puñado de minutos en la rotación del equipo. Aquí, podemos ver un acierto de Orenga, al darle confianza y hacerle jugar de titular casi todos los partidos. Por fin demuestra que puede ser un 4 reserva de garantías.                                         
  4. Escaso aporte de la segunda unidad. Durante el campeonato, hemos jugado con una rotación de entre 8 y 10 jugadores, lo que hace que el aporte de los reservas sea escaso. Este aspecto es fundamental para que un equipo salga victorioso, que aporten todos, ya que no sólo sirve para ganar partidos, sino que trabaja la parte psicológica del equipo haciendo que todos se sientan importantes. En este aspecto, "chapeau" para Germán Gabriel, quien sólo ha participado en los minutos de la basura, y siempre ha dejado buenos minutos, anotando sus 3/4 puntos por partido. Lástima que no jugara más para dar descanso a Marc. ¡Qué bien nos hubiera venido el día de Eslovenia cuando Marc cometió sus personales tan pronto!                                                                                                   
  5. Pensando en el futuro... El futuro cercano del equipo (Mundial 2014), es alentador, ya que es presumible que todos los jugadores importantes que han descansado este verano vuelvan al equipo para tratar de cerrar con un nuevo oro el ciclo triunfal de la selección. Por nombres, parece que el equipo podría estar bastante compensado, y si a esto le acompañamos una mentalidad ganadora, podemos pensar en España como un equipo temible. No me atrevo a decir al nivel de Estados Unidos, porque eso son palabras mayores, pero en ocasiones, como en el partido ante Serbia, dio la sensación de que podríamos con todo y contra todos.                                                                       
Analizando los nombres que podría llevar Orenga al campeonato próximo nos encontramos con: 
BASES: José Manuel Calderón, Ricky Rubio, Sergio Rodríguez
ESCOLTAS: Juan Carlos Navarro, Sergi Llull
ALEROS: Rudy Fernández, Víctor Claver, Pablo Aguilar
ALA PÍVOT: Pau Gasol, Serge Ibaka
PÍVOT: Marc Gasol, Felipe Reyes 

Siempre cabrá la duda de si finalmente Nikola Mirotic decide ir con la selección española, si lo hace, bienvenido sea. Con este equipo, soñar es gratis, ¿no?

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